Te presentamos un breve adelanto de
una exelente nota sobre Pesca de Lisas
publicada en la edición Noviembre de Weekend
por Alvarito
En los bordes de una laguna aún crecida, Altos Verdes atesora una especie seguida por fanáticos. Todos los detalles
para vencer el esquivo pique de la Lisa.
La importante crecida del río Salado llevó a un gran aumento en el nivel de la mayoría de las lagunas vecinas al sistema de Las Encadenadas. Por suerte, esto favoreció la pesca deportiva, ya que el agua arrastró gran cantidad de peces, entre ellos a la lisa, que pobló de forma increíble la laguna de Altos Verdes.
Charlando con Jorge López, un gran pescador de lisas, sobre la posibilidad de visitar
este espejo de Castelli, su comentario fue contundente: “Venite mañana, no vas a poder creer la cantidad de lisas que hay en Altos Verdes”. Al otro día, temprano, estábamos en su puesto de carnada, luego de una parada obligatoria a desayunar en Atalaya.
Las indicaciones para llegar son simples: viajando desde la Ciudad de Buenos Aires se toma la Autovía 2 hacia el sur hasta llegar al Km 182,500 y apenas se pasa Minotauro hay que doblar a la derecha. Tras recorrer unos 16 km de tierra se llega a la laguna. Lo primero que se ve es el Camping La Orfilia, y por suerte el trayecto está bien señalizado. En caso de lluvia es recomendable llamar antes para averiguar el estado del camino.
Al llegar nos impactó la belleza del lugar. Tiene una costa hermosa, donde se puede practicar la pesca desde la orilla. Nos sorprendió la gran cantidad de pescadores que había, ya que era un día de semana. Alcanzó con acercarnos al agua para entender la razón.
El agua parecía bailar al r itmo de miles de saltos y burbujeos sobre la superficie, no sólo producto de las lisas, sino además por las enormes carpas que nadaban ahí. Es que la laguna parece ser una gran pecera, y más de un novato pensará que “llenará la bolsa”, pero hay que tener en cuenta que la lisa es un pez muy difícil de capturar.
Lea la nota completa en la edición 506 de Weekend,
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para vencer el esquivo pique de la Lisa.
Charlando con Jorge López, un gran pescador de lisas, sobre la posibilidad de visitar
este espejo de Castelli, su comentario fue contundente: “Venite mañana, no vas a poder creer la cantidad de lisas que hay en Altos Verdes”. Al otro día, temprano, estábamos en su puesto de carnada, luego de una parada obligatoria a desayunar en Atalaya.
Las indicaciones para llegar son simples: viajando desde la Ciudad de Buenos Aires se toma la Autovía 2 hacia el sur hasta llegar al Km 182,500 y apenas se pasa Minotauro hay que doblar a la derecha. Tras recorrer unos 16 km de tierra se llega a la laguna. Lo primero que se ve es el Camping La Orfilia, y por suerte el trayecto está bien señalizado. En caso de lluvia es recomendable llamar antes para averiguar el estado del camino.
Al llegar nos impactó la belleza del lugar. Tiene una costa hermosa, donde se puede practicar la pesca desde la orilla. Nos sorprendió la gran cantidad de pescadores que había, ya que era un día de semana. Alcanzó con acercarnos al agua para entender la razón.
El agua parecía bailar al r itmo de miles de saltos y burbujeos sobre la superficie, no sólo producto de las lisas, sino además por las enormes carpas que nadaban ahí. Es que la laguna parece ser una gran pecera, y más de un novato pensará que “llenará la bolsa”, pero hay que tener en cuenta que la lisa es un pez muy difícil de capturar.
Lea la nota completa en la edición 506 de Weekend,
noviembre de 2014.
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