lunes, 23 de marzo de 2015

Sorpresas desde la costa de Hudson pescando en kayaks


Wilmar Merino se embarcó en un Kayak,
en la zona de Hudson, y nos cuenta los
exelentes resultados de la Pesca en esta
nota de Viva la Pesca de Diario Popular



En un pesquero que conserva características agrestes y un río con bajada de embarcaciones, logramos especies de cuero y un buen dorado a sólo 300 metros de la orilla, practicando una pesca muy divertida en kayaks.

Si bien llevamos más de 15 años haciendo esta sección, no dejamos de sorprendernos por las increíbles posibilidades de pesca deportiva que nos brinda nuestro querido y cercano Río de la Plata. y esta vez la sorpresa llegó por el lado de conocer un pesquero que no habíamos visitado antes, y que no sólo está muy cerca de Buenos Aires sino que ofrece distintas posibilidades de pesca deportiva costera o de embarcados: hablamos de Hudson.

Para llegar al mismo tomamos autopista Buenos Aires-La Plata y salimos en el Km 32 para cruzar por encima la autopista con dirección al río por camino asfaltado (calle 63) y desembocar en dos posibilidades bien diferenciadas: un camping municipal, con costanera hecha de material y entrada libre, o un camping privado en donde la costa es virgen, se pueden bajar embarcaciones y kayaks y disfrutar de una hermosa arboleda, contar con proveeduría y tener la posibilidad de hacernos el asadito. Lo que no tiene aún es baño, detalle a tener en cuenta si uno va en familia o con damas, pero que prontamente se subsanará a decir de los encargados del sitio.

Como la idea era hacer una nota en kayakfishing, optamos por este camping, a mano derecha. Allí nos esperaban con todos los aprontes hechos Guille y Hernán Fernández, de Rocker Kayaks. La excursión sería ideal para probar varios modelos: el Wave, ágil para moverse de forma individual; el Warrior, para llevar hasta 3 personas, y un catamarán que une dos kayaks con una plataforma y que se denomina Twin. A este último le adosamos un motorcito de 3,5 HP para ayudarnos en el remolque de los otros kayaks ante fatiga de alguno de los miembros.

Salimos río adentro tras sortear una pequeña rompiente en esta costa de suave declive y probamos suerte a unos 2.000 metros hacia la izquierda, sin mayor suerte. Volvimos luego a nuestro punto de partida anclando a unos 500 metros de la costa. Llevamos en los chalecos carnadas variadas provistas por El Abuelo, casa de carnadas de Flores: corazón vacuno, lombrices y maíz fermentado y saborizado.

Lo que anduvo muy bien fue la lombriz. El pique era intenso, pero de especies de cuero: bagres amarillos grandes, patíes, porteñitos y bagres blancos. No tuvimos suerte con las bogas. Le digo a mi compañero Hernán: "Habiendo tanto bagre tiene que haber dorados". Y enseguida armé una cañita Osaka de Tech, con un reel Spinit Speed Pro con multifilamento Shimano Power Pro de 30 lbs, y con leader y anzuelo simple, sin plomito pasante, colgué la cola de un porteñito y seguí entreteniéndome con la variada mientras esta caña aguardaba suerte en el posacañas, con el freno abierto por las dudas.

De repente, el pique soñado, dos cabezazo bruscos y un dorado que salta a 50 metros, trassentirse pinchado. Tomé la caña velozmente, apuré la recogida del nailon flojo pues el dorado empezó a navegar hacia el kayak, y logré clavarlo como Dios manda, motivando un nuevo salto del ejemplar, y dos saltos más que me llenaron los ojos.

Finalmente pude izar la pieza, y tras las fotos y la devolución, dimos por concluida la jornada, atentos al intenso calor que hacía y a que nos habíamos llevado un buen pechito de cerdo para completar la gloria de un día de pesca almorzando entre amigos bajo la arboleda.

En el lugar, algunos aficionados que frecuentan este camping nos cuentan que ya lograron los primeros pejerreyes de la temporada, y que de orilla la pesca es más que buena en creciente, mientras que en bajante hay que ponerse la malla, ganarle unos metros a la orilla y con el agua por la rodilla lanzar lo más adentro posible para maximizar las chances.

Párrafo aparte para los kayaks: el Rocker Wave es ultra maniobrable, y el Warrior se mostró muy seguro y estable. Ni qué hablar del catamarán Twin, un lujito para llevar los bolsos a resguardo en la plataforma, y tener a dos pescadores muy cómodos y seguros pescando a la par.

Lo bueno es que estos modelos se alquilan en el camping por hora, ya que Guille los tiene en forma permanente para este fin en este coqueto predio. Demás está decir que el ingreso con chalecos, silbatos, los bolsos bien agarrados con red elástica y las cañas siempre bien sujetas con una pita durante la navegación, son fundamentales ante algún imprevisto.Hudson, un pesquero más para incorporar a la agenda. Ya cerramos el verano y nos prometemos volver en pocas semanas para hacer otra pesca en kayakfishing, atentos a las primeras flechas de plata que salgan firmes picando a flote.


por Wilmar Merino
para Viva la Pesca /// Diario Popular


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