miércoles, 4 de febrero de 2015

Preservar los humedales es estratégico para el futuro


Los Humedales son grandes reservorios de agua dulce
y están amenazados por proyectos ambientales y
la expansión de la frontera productiva. Reclaman un plan
de gestión sustentable y políticas de ordenamiento territorial


En los últimos 100 años desapareció el 64% de los humedales a nivel global, advierte la Convención de Ramsar. Son grandes reservas de fauna autóctona, como los Esteros del Iberá.


Fundación Proteger / Redacción de El Litoral

En el marco del Día Mundial de los Humedales (DMH), que se conmemoró ayer, la Convención de Ramsar eligió como lema: “Humedales para nuestro futuro”. Es que el futuro de la humanidad realmente depende de los humedales, ya que son los grandes reservorios del agua dulce, depuran y recargan los acuíferos, proporcionan pescados y cultivos que alimentan a miles de millones de personas, funcionan como un escudo natural que protege las costas, actúan como una esponja natural contra inundaciones y sequías, y contribuyen a protegernos frente al cambio climático.

Pero estos beneficios lamentablemente no son conocidos por una gran cantidad de personas. “Los humedales a menudo se consideran como terrenos baldíos, por lo que el 64% de ellos ha desaparecido desde 1900, debido a obras inadecuadas”, la convención Ramsar.

Para el DMH 2015, el objetivo concreto es motivar y convocar a los jóvenes y adolescentes, que tienen un interés creciente por las cuestiones ambientales, conocen bien las nuevas tecnologías y creen en su propia capacidad para cambiar las cosas. Además, lo más importante es que actúan como “transmisores” difundiendo el mensaje sobre los humedales y su vital importancia a sus familias y amigos, con un efecto multiplicador que llega al gran público, dice la convención.

En la Argentina, para el DMH 2015, la Fundación Proteger auspició nuevamente la Fiesta Nacional de los Humedales, que se desarrolló este último fin de semana en Villa Ocampo, al noreste de la provincia de Santa Fe, en el corazón del Sitio Ramsar Jaaukanigás, un humedal de 492.000 hectáreas ubicado en el valle aluvial del río Paraná.


Desafíos

Los humedales son estratégicos. El acceso a un abastecimiento adecuado de agua limpia es un requisito básico para la supervivencia de los seres humanos. La Convención de Ramsar viene advirtiendo que se subestima la función de los humedales como ecosistemas básicos dentro del proceso de suministro y regulación del agua del que depende la humanidad.

Por esta razón, entre 1.000 y 2.000 millones de personas en el mundo tienen a nivel mundial menos acceso al agua dulce, lo cual incide negativamente en la producción de alimentos, la salud humana y el desarrollo económico, y da lugar a conflictos sociales, cada vez más.

En la Argentina hay conflictos asociados a la expansión de la frontera productiva sobre estos ambientes -ganadería y agricultura-, sin planificación y con la construcción de terraplenes que no están autorizados. La pesca industrial excesiva y no regulada, y el crecimiento de los proyectos inmobiliarios en zonas de riesgo hídrico, entre otros problemas.

Para proteger estos ecosistemas, las organizaciones ambientalistas -también el defensor del Pueblo (ver recuadro)- reclaman planes de gestión sustentable, normas y leyes que regulen las intervenciones en estos espacios y mayores controles de los distintos niveles del Estado.


El dato

La gente del agua

En la Argentina hay 21 sitios Ramsar. Hay dos en la provincia de Santa Fe: las 492.000 hectáreas de Jaaukanigás (“gente del agua” en la lengua abipona), en Villa Ocampo, y la laguna de Melincué en el sur de la provincia.


Reclaman un plan para el Delta

El secretario general, a cargo del defensor del Pueblo de la Nación, Carlos Haquim, exhortó al gobierno nacional y a las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe a implementar un mecanismo de acción interjurisdiccional para mejorar la gestión ambiental del Delta del Paraná, que constituye el humedal más importante de nuestro país.

El pedido fue dirigido a la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación y los mandatarios provinciales para que se implemente un plan operativo de gestión de estos humedales y se promueva la adopción de una norma de ordenamiento ambiental a escala regional que considere la dinámica hídrica del humedal y atienda los impactos que causan los terraplenes actuales.

También se exhortó a que se complete el relevamiento de los terraplenes y endicamientos existentes en el territorio del Delta, evaluando su impacto ambiental tanto individual como acumulativo e integral, y en caso de constatar la clandestinidad de las obras o determinar que las mismas causan un desequilibrio ecológico, se dispongan las medidas de mitigación o recomposición ambiental que resulten necesarias.

Unas 15 millones de personas viven en el área de influencia directa del Delta, en las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe.


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